¿Qué es un examen tipo test?
Un examen tipo test es aquel en el que cada pregunta tiene un enunciado y una serie de respuestas de las cuales solo una es correcta. A veces, en los llamados tests multirespuesta puede haber más de una respuesta correcta.
En según qué pruebas, las respuestas respondidas mal restarán puntuación.
Objetivos del Examen tipo Test
El examen tipo test, también conocido como prueba tipo objetivo o preguntas de opción múltiple, es una evaluación cerrada que ofrece respuestas predefinidas, eliminando la probabilidad de variaciones en los resultados.
Este formato permite a los evaluados seleccionar una respuesta entre varias opciones, ya sea un número o una palabra.
Este tipo de prueba tiene como función principal realizar correcciones de naturaleza cuantitativa. Se centra en evaluar el aprendizaje memorístico, excluyendo expresiones, abstracciones y habilidades de razonamiento profundo.
Al someterse a un test, se busca medir no solo la retención de información, sino también conocimientos que no requieren un análisis extenso.
Tipos de preguntas que se pueden incluir en un examen tipo test
Los tipos de preguntas que se pueden incluir en un examen tipo test son:
Preguntas de opción múltiple: Donde se presenta una pregunta con varias opciones de respuesta, de las cuales solo una es correcta.
Verdadero/Falso: En este tipo de pregunta, se presenta una afirmación y el estudiante debe indicar si es verdadera o falsa.
Completar el espacio en blanco: Se presenta una oración o pregunta con un espacio en blanco que el estudiante debe completar con la opción correcta.
Estos son algunos de los tipos de preguntas más comunes en un examen tipo test, cada uno con sus propias características y usos específicos.
¿Cómo redactar preguntas tipo test efectivas?
Puedes redactar preguntas tipo test efectivas siguiendo estos consejos:
Redacta progresivamente: Escribe preguntas a lo largo del curso para abarcar una variedad de temas y facilitar su creación al final del periodo.
Distractores razonables: Asegúrate de que las respuestas incorrectas sean plausibles pero claramente incorrectas.
Orden lógico de respuestas: Coloca las posibles respuestas en un orden coherente, evitando patrones predecibles.
¿Cómo elegir el nivel de dificultad adecuado para las preguntas tipo test?
Para elegir el nivel de dificultad adecuado para las preguntas tipo test, se sugiere considerar un conjunto de preguntas en tres niveles de dificultad: baja, media y alta.
Según Backhoff et al. (2000), el nivel medio de dificultad del examen debe oscilar entre 0,5 y 0,6, distribuyéndose el total de reactivos en 5% fáciles, 20% medianamente fáciles y 50% con dificultad media.
Además, es importante calibrar los niveles de dificultad en una escala común para garantizar la objetividad en la evaluación.
Algunas recomendaciones prácticas incluyen mantener una proporción equilibrada de preguntas fáciles, medianamente fáciles y con dificultad media, así como utilizar taxonomías que permitan hacer operables los objetivos planteados en el área.
Validación del examen tipo Test
Para dar por bueno un examen tipo test, se sugiere seguir algunos consejos prácticos:
Realizar simulacros de examen para familiarizarse con el formato y practicar la gestión del tiempo.
Revisar todo el examen antes de comenzar, para tener una visión general y planificar el tiempo de manera efectiva.
Marcar las afirmaciones falsas, si es posible, para facilitar la identificación de las respuestas correctas.
Estimar el tiempo para cada pregunta y no quedarse atascado en una sola, para asegurar que se responda la mayor cantidad posible.
Además, es importante estudiar de manera activa y rigurosa, y para ello se pueden utilizar diferentes estrategias, como la memorización estructurada y la elaboración de resúmenes o esquemas
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